Una de las peores putrefacciones que puede experimentar el hombre es la amargura. La amargura que como ácido vil carcome y oxida desde la piel hasta el tuétano de los huesos.
Nicomaco es un caso especial de amargura, que hasta el agua que toma la siente en su labios como hiel que devora vivo su ser. Siendo un mozo se le inculcó la lectura y estudio de la Biblia, hasta convertirse en el joven que más sabía de la Biblia, vivía feliz, hasta que le llegó su tiempo para amar.
En el templo, mientras recitaba un salmo sintió una tremenda perturbación por la presencia de una muchachita que le hizo hasta tropezar en el hilo de la lectura, se quedó pensando en unos instantes: que hermosura de señorita, tengo que conocerla, se dijo mientras sus ojos se perdían en la turba que se congregaba para escuchar lecciones de la Biblia.
Continuará...
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